Los higos no son fruta: dentro de ellos hay cientos de flores que fueron fecundadas por avispas Agaonidae hembras que volaron y avispas machos que nacieron y murieron dentro de ellos.
A la relación entre los higos y las avispas se le conoce como mutualismo: la manera en la que dos especies han logrado beneficiarse mutuamente de su relación para preservar su especie.
Algo así como lo que coloquialmente llamaríamos: “el roto para el descosido”. De cómo las avispas Agaonidae macho nacen y mueren dentro de lo que sería la flor del Ficus versa esta historia.
Una investigación de la Universidad Autónoma Metropolitana cuyo extracto fue publicado en 2012 aclara con mucha sencillez este fenómeno que prevalece entre la higuera, los higos y las avispas Agaonidae.
Los higos
Es muy probable que pienses que los higos son los frutos de las higueras, porque solemos comerlos como si fueran fruta. Sin embargo, resulta que las higueras no pueden reproducirse solas y, más bien, lo que en realidad producen son flores, cientos dentro de una especie de receptáculo que es penetrado por las avispas.
La higuera pertenece a la familia de los Ficus, de los cuales hay como 700 especies. En particular la higuera se cree que es endémica de Asia y se da en diversos climas, por lo que no es de extrañar que haya higueras en los patios familiares en la Ciudad de México y en Jalisco o Colima.
Sobre su función, Alejandra Serrato y Ken Oyama se refieren de la siguiente manera:
“El caso de Ficus es particularmente interesante debido a que la producción de frutos depende completamente de sus polinizadoras, las avispas de la familia Agaonidae, con quien mantiene uno de los mutualismos obligados más diverso y específico que se conoce hasta ahora. Estas avispas tienen adaptaciones morfológicas, fisiológicas y conductuales muy específicas relacionadas con la interacción; cuando polinizan las flores, simultáneamente colocan sus huevos en algunas de ellas donde sus larvas se alimentan y desarrollan hasta alcanzar la madurez (Janzen, 1979)”.
Las características de los higos o síconos
Son estructuras carnosas que protegen las flores masculinas y dos tipos de flores femeninas
El sícono y las flores sólo se comunican con el exterior por una apertura apical: el ostiolo
El ostiolo es protegido por las brácteas o láminas
Las avispas Agaonidae
Las avispas que conocemos son siempre hembras, pues los machos nacen y mueren dentro de los higos que nos comemos.
Las avispas de la familia Agaonidae son los únicos polinizadores de Ficus.
https://twitter.com/miralles1980/status/1264790967263154176
Las características de las avispas hembra son las siguientes:
Cabeza alargada y aplanada
Tienen dientes invertidos en sus mandíbulas
Sus patas tienen forma de ganchos
Su cuerpo está aplanado
Sus antenas tienen quimiorreceptores
Tienen una gran capacidad de vuelo (10 km)
Dichas características les permiten localizar al higo de la higuera y “pasar a través de las brácteas del ostiolo para polinizar y ovipositar en las flores”.
Los machos tienen las siguientes características:
No tienen alas
Son mucho más pequeños que las hembras
Son ciegos
Invierten la mayoría de sus recursos en la producción de esperma y en copular con muchas hembras
Una historia de amor trágica con dulces y felices resultados
Cuando las avispas completan su desarrollo, nacen los machos y rasgan las flores y se arrastran para buscar a las hembras y copular con ellas. Finalmente, antes de morir, rasgan las paredes del higo para que las hembras puedan salir.
Los machos nacen y mueren dentro del higo. Nos los comemos y no: ya que ellos se reintegran a los cientos de flores mielosas que conforman el centro del higo.
Las hembras salen de la flor y recolectan el polen; en un lapso no mayor a tres días irán a polinizar y fecundar otro higo receptivo para que comience el ciclo otra vez.
Así que la próxima vez que comas un higo dulcísimo sábete que esa miel tiene restos de avispas macho transformados y que, en rigor, estarás comiendo un “ramo” de flores dulces.
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