Karen Alejandra Salinas Rodríguez fue secuestrada en el poblado de San Fernando en el estado de Tamaulipas. Era el 23 de enero de 2014. Los delincuentes pidieron su rescate en varias ocasiones, y en todas y cada una de ellas, la familia (liderada por su madre Miriam Rodríguez) efectúo el pago. Tiempo después, el cuerpo de Karen fue hallado sin vida.
A partir de ese momento, Miriam decidió que encontraría a l@s asesin@s de su hija y l@s llevaría ante la justicia a como diera lugar. Compró una pistola, se cortó el cabello y lo tiñó, adoptó varias identidades, y eventualmente, fue “cazando” a l@s responsables de la muerte de Karen.
En un país como México no hay ficción que supere nuestra realidad, y el caso de Miriam es uno de esos. Por lo que su historia fue llevada a la pantalla en un filme titulado La civil, el cual compite en el Festival de Cannes y tras su primera proyección, recibió una ovación de poco más de 8 minutos.
Arcelia Ramírez en ‘La civil’ de Teodora Mihai. / Foto: IMCINE
Miriam Rodríguez
Karen iba en su automóvil cuando un grupo armado le cerró el paso y la privó de su libertad. Los secuestradores pidieron rescate, y la familia de Karen logró reunir la cantidad para la liberación de su hija, supuestamente, en un panteón de la localidad.
De acuerdo con algunos medios, Miriam pidió reunirse con alguno de los líderes de Los Zetas para negociar la libertad de su hija a cambio de dos mil dólares. Luego, Miriam recibió más llamadas que pedían distintas cantidades a las que la familia accedió a pagar con tal de volver a ver a Karen.
Nunca la volvieron a ver con vida. Ante la falta de acción de las autoridades, Miriam tomó el caso entre sus manos, y con sus propios medios, comenzó una investigación que primero dio con el paradero de uno de los criminales, el hallazgo del cuerpo sin vida de su hija, y la futura captura del resto de l@s responsables.
Miriam se convirtió, casi casi, en una detective que rebuscó en las redes sociales para encontrar al sujeto con el que se reunió para negociar la libertad de su hija. Conforme pasó el tiempo, comenzó a recopilar datos sobre este sujeto: dónde vivía, quién era su familia, cuándo se unió al crimen.
Miriam y sus investigaciones
Miriam se cortó el cabello, se lo pintó y utilizó un viejo uniforme con una identificación falsa para realizar una encuestas que le dieran información detallada. Acudió a las autoridades locales, estatales y federales, pero nadie le hizo caso. Con un golpe de “suerte”, este sujeto apareció en el negocio familiar de los Rodríguez, y con la información que había recabado, lo arrestaron. Ya en el interrogatorio, dio los nombres y direcciones de l@s otr@s responsables.
De acuerdo con el NYT, el nombre de este individuo era Sama y tenía sólo 18 años. Pidió ver a su mamá, dijo tener hambre y reveló la ubicación del rancho donde enterraban los restos de las víctimas. Las autoridades primero dijeron que el cuerpo de Karen no estaba ahí, pero Miriam refutó los resultados. Después se determinó que una parte del cuerpo de Karen estaba entre los restos de esa fosa clandestina.
La investigación realizada por Miriam, no por las autoridades, fue dando en el blanco de manera pausada. Este mismo medio reveló que algun@s de l@s integrantes ya habían muerto, o estaban en prisión, mientras otr@s intentaban dejar de lado su vida criminal y ocuparse como taxistas, vendedores de flores o encontrar la luz como cristianos.
A todos l@s siguió. Miriam logró llevar ante la justicia a 10 criminales relacionados con el secuestro y asesinato de Karen. La mujer se convirtió en un ejemplo y en la representación de todo lo que está mal en nuestro país: la violencia, la impunidad, corrupción, indiferencia. “Me morí el día que mataron a mi hija“, dijo mientras realizaba sus investigaciones y se relacionaba, con identidades falsas, con los familiares de l@s culpables.
La muerte de Miriam
En marzo de 2017, más de 20 reos escaparon del penal de Ciudad Victoria donde se encontraban los responsables de la muerte de Karen. Miriam, quien continuaba con su investigación para dar con l@s que faltaban, pidió a la autoridades que la protegieran, pues temía por su vida.
Finalmente, la noche del 10 de mayo de 2017, una camioneta blanca interceptó a Miriam afuera de su casa. Tres de los hombres que había encerrado, estaban en esa camioneta y abrieron fuego con Miriam y terminaron con su vida. AQUÍ la noticia completa.
Miriam fundó el Colectivo de Desaparecidos en San Fernando para brindar apoyo y asesoría a familiares de desaparecidos. Después de su muerte, la organización de búsqueda terminó frente al miedo de algunos de sus integrantes por la muerte de su líder, mientras otros fundaron distintos grupos.
La civil
La directora Teodora Mihai escuchó en propia voz de Miriam Rodríguez la historia de cómo se propuso llevar ante la justicia a los criminales que le arrebataron a su hija. Los y las mexicanas poco a poco normalizamos esta clase de relatos. Marisela Escobedo, quien también persiguió al presunto feminicida de su hija; Irinea Buendía Cortés, quien luchó para que se tipificara el delito de feminicidio en el Código penal.
Mihai escuchó la historia de Karen y Miriam y decidió contarlo en una ficción que lleva por título La civil. Aquí conocemos a Cielo, una mujer que vive en el norte de México y se ha de enfrentar a la desaparición de su hija. Con el tiempo y la falta de justicia, Cielo se convierte en una especie de vigilante no sólo para buscar a su hija, sino para evitar que esta clase de crímenes se repitan y/o queden impunes.
Productor Hans Everaert, el actor Alvaro Guerrero, Arcelia Ramirez, la directora Teodora Mihai y el guionista Habacuc Antonio De Rosario en el photocall de ‘La civil’ en Cannes 2021. / Foto: Getty Images
Teorema, la casa productora de Michel Franco, está detrás de La civil. Arcelia Ramírez, conocida actriz por producciones como Perfume de violetas o La mujer de Benjamín, protagoniza esta película.
Como les contamos, La civil fue anunciada dentro de la competencia de Cannes de Una cierta mirada junto a otra producción mexicana titulada Noche de fuego, la primera ficción de Tatiana Huezo. La civil es la ópera prima de Mihai, y después de su primera proyección en Cannes, tanto Arcelia Ramírez como la película recibieron una ovación de 8 minutos.
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