A través de la Subdirección de Salud Reproductiva y Atención a la Infancia y la Adolescencia, los Servicios de salud recomiendan una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad que permita que niñas y niños tengan un adecuado desarrollo, la cual está garantizada como un derecho constitucional.
Cabe destacar, que la alimentación de las personas en sus primeros dos años de vida es fundamental para mejorar la supervivencia, fomentar un crecimiento y desarrollo saludables, así como reducir la mortalidad y el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.
Se recomienda que durante los primeros 24 meses de vida, se tomen en cuenta tres acciones clave en la alimentación: inicio inmediato de la lactancia materna en la primera hora de vida; lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida y la introducción de alimentos complementarios seguros y nutricionalmente adecuados a partir de los seis meses, continuando la lactancia materna hasta los dos años o más.
El periodo de transición de la lactancia materna exclusiva a la alimentación complementaria, abarca generalmente el periodo que va de los 6 a los 18 y 24 meses de edad respectivamente, y es de gran relevancia porque se reconoce como una fase de gran vulnerabilidad, y en donde si no se realiza adecuadamente en niñas o niños pueden desarrollar malnutrición, ya sea desnutrición, sobrepeso u obesidad.
De acuerdo a datos de la ENSANUT 2018, en la entidad un total de personas menores de cinco años, se reporta una prevalencia de 13.6% con baja talla, 5.9% baja de peso, 3.1% emaciación y 8.8% sobrepeso más obesidad; con respecto a la prevalencia de anemia fue de 34.2%, siendo mayor la prevalencia en población de área rural.
La alimentación complementaria, se recomienda iniciar a los 6 meses de vida, cuando la leche materna deja de ser suficiente para atender las necesidades nutricionales del lactante; debe ser suficiente y darse con una frecuencia adecuada, que permita cubrir las necesidades nutricionales de la niña o niño en crecimiento, sin abandonar la lactancia materna.
El inicio de la alimentación complementaria se debe llevar a cabo de forma individualizada, escalonada y ordenada, considerando factores constitucionales del lactante, socioeconómicos, familiares y variaciones culturales.
Finalmente, se recomienda mantener una buena higiene y manipular los alimentos adecuadamente, además de comenzaron con pequeñas cantidades para gradualmente aumentarlas a medida de las necesidades de las y los menores de edad.
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