Virginia Valdivia Cervantes
Todos los días y en todos los noticieros escuchamos: llegaron más vacunas. Pero veamos cómo vamos en cuanto al avance en la vacunación de la comunidad escolar: Hasta el viernes 23 de abril, en México se habían aplicado 15, 874,809 dosis de la vacuna contra la Covid-19. La campaña de vacunación contra la Covid-19, inició el 24 de diciembre de 2020, con 1,907 personas. En enero del 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo que para marzo se tendrían vacunados todos los adultos mayores de 60 años, que suman 15 millones 717,170 personas. Se afirmó que para febrero se terminaría de vacunar a 1.1 millones de personas que integran el personal de salud de primera línea contra la pandemia; en mayo los 12.7 millones de personas entre 50 y 59 años; en junio los 16.2 millones de 40 a 49 años y para marzo de 2022 concluir con el resto de la población, estimada en 49.2 millones de personas.
Sin embargo, no hay un plan de vacunación que contemple niños y jóvenes y ya se dio la indicación en algunos estados la reapertura de escuelas a clases presenciales. Estoy frente al televisor y en el noticiero de ADN 40 se informa que muy posiblemente se regrese a las clases presenciales en el próximo mes de septiembre según la SECRETARÍA DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO (SHCP) pero nada se dice de la situación de riesgo en que se pone a la niñez y la juventud escolar pese a que se ha venido aumentando el contagio y muerte por Covid-19 en este sector.
Me uno a los jóvenes que se dirigen al presidente de la República con la petición de que se agilice la vacunación y se contemple al sector estudiantil, pues literalmente son el futuro de México, no solo es un slogan y me parece un gran desacierto que la máxima autoridad en el país no tome en cuenta a las voces -pocas por cierto- que en representación de los niños y jóvenes estudiantes solicitan y exigen se implementen medidas para la vacunación eficaz y rápida, y se les incluya a ellos como parte de la comunidad escolar, pues al fin y al cabo conforman la finalidad de la existencia de las escuelas, y la existencia del aparato educativo, y por tanto tienen el total derecho de que se les tome en cuenta.
Llama mi atención al respecto la publicación de una carta publicada en Facebook escrita por Carlos Daniel Juárez Álvarez, un joven estudiante de Ingeniería Civil de la Facultad de Estudios Superiores de Acatlán, en la cual dice: “Un regreso a clases sin que se vacune a los estudiantes constituiría un enorme riesgo tanto para la vida de los estudiantes como de los profesores y de sus respectivas familias. Sería una irresponsabilidad regresar a clases sin una vacunación previa, pues se corre el peligro de una oleada de contagios mucho mayor.” “Lo invito señor presidente a escuchar las demandas de nosotros los estudiantes y le dé solución a este problema, porque nuestra exigencia es justa. No estamos buscando un beneficio ilegítimo, pues también significa un bien para nuestra Patria, nuestro país. México necesita jóvenes preparados para poder llevar a todos los mexicanos hacia un futuro mejor.”
No se pudo haber dicho de mejor manera.
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