Tres potentes terremotos sacudieron la costa de Nueva Zelanda este viernes, lo que llevó a que el país emitiera hasta dos alertas de tsunami que posteriormente fueron rebajadas.
El más fuerte de los tres sismos tuvo una magnitud de 8,1 y se produjo a las 8:28 de la mañana (19:28 GMT) a unos 1.000 km al noreste de la Isla Norte, cerca de las islas Kermadec.
En esa misma zona se había producido unas dos horas antes un sismo de magnitud 7,4; mientras que cuatro horas antes se había registrado uno de 7,1 cerca de la Isla Norte de Nueva Zelanda.
Las autoridades emitieron órdenes de evacuación para los residentes de áreas costeras en la Isla Norte después del tercer y más potente terremoto.
Los medios locales describieron el caos en algunas ciudades a medida que cientos de personas trataban de ponerse a salvo.
No obstante, para el viernes por la tarde hora local, las autoridades neozelandesas aseguraron que las mayores olas habían pasado, instando a los residentes a volver a sus casas pero permanecer alejados de las playas.
La Agencia de Gestión Nacional de Emergencias neozelandesa (NEMA, siglas en inglés) explicó que si bien "todas las personas evacuadas" podían retornar a sus hogares tras rebajarse la amenaza de tsunami, aún se esperaban "corrientes fuertes e inusuales y oleajes impredecibles en la costa".
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, en inglés) detectó el movimiento telúrico cerca de Nueva Zelanda, lo que motivó que el Centro de Alertas de Tsunamis del Pacífico (PTWC) emitiera un aviso por maremoto.
Las islas Salomón, Nueva Caledonia, Fiji, las islas Cook, las islas de la Polinesia, además de Nueva Zelanda y la Samoa estadounidense, fueron alertadas por la posibilidad de una subida de marea de hasta 1 metro en zonas costeras.
Además, el PTWC extendió la alerta de maremoto para todo el Pacífico, afectando a todos los países costeros de América.
La Oficina Nacional de Emergencias de Chile (Onemi) emitió por su parte una alerta amarilla para el borde costero, incluyendo territorio insular, por riesgo de tsunami "menor", mientras que las autoridades de Guatemala advirtieron de la posibilidad de "olas de hasta 30 centímetros de altura".
Evacuación inmediata
Después del primer sismo, Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda, escribió en Instagram: "Espero que todos estén bien, especialmente en la costa este, que habrían sentido toda la fuerza de ese terremoto".
Las autoridades neozelandesas ordenaron en un principio la evacuación inmediata de un sector de la costa del noreste de la Isla Norte del país, desde Bay of Islands hasta Tolaga Bay.
"Las personas cercanas a la costa deben moverse inmediatamente al terreno elevado más cercano, fuera de todas las zonas de evacuación de tsunamis, o tan al interior como sea posible", dijo la Agencia de Emergencias neozelandesa.
"Es posible que la primera ola no sea la más grande. La actividad de tsunami continuará durante varias horas y la amenaza es real hasta que se cancele esta advertencia", agregó.
Ante la orden, "cientos de personas dejaron sus casas y centros de trabajo", dijo Shaimaa Khalil, corresponsal de la BBC en Sídney.
Los medios de comunicación locales reportaron embotellamientos en ciudades como Whangarei y Whakatane, en la costa noreste, debido a que la gente intentaba evacuar sus hogares, escuelas y lugares de trabajo.
En la cercana ciudad de Ohope, la residente Leslie Peake le dijo al New Zealand Herald que había "enormes colas de personas evacuando".
El Departamento de Defensa Civil de Nueva Zelanda aconsejó que las evacuaciones se hicieran a pie o en bicicleta para evitar los embotellamientos.
No obstante, posteriormente las autoridades instaron a los residentes a volver a sus casas.
El USGS reportó movimientos telúricos adicionales, aunque de menor magnitud.
Mientras tanto, periodistas locales publicaron algunas imágenes de las olas llegando a la bahía de Tokomaru, en la costa este.
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