Los cigarrillos Faros son una marca mexicana conocidos por su elaboración sin filtro y con papel arroz al igual que lo hacen desde hace cien años, aproximadamente, además de su precio económico. Como es barato, se le relaciona con la clase baja del país, en su mayoría. Por tales motivos se convirtieron en unos cigarros muy populares desde aquella época y que, en la actualidad, el “mercado de la nostalgia” aprovecha para acrecentar el mito que narro, casi al final de este texto, para convertirlos de una marca económica en una monárquica empresarial.
Sus orígenes surgen a finales del siglo XIX con la generación de las fábricas de cigarros, básicamente familiares. Ya para 1900 se registraban 743 fábricas de producción de cigarro integradas por seis empresas:
• La Moderna
• El Águila
• Tabacalera Mexicana
• Fábrica de Cigarrillos Baloyán
• Fábrica de Cigarrillos La Libertad
• Cigarrera Nacional
Aunque hay quienes afirman que fue hasta 1918 la primera aparición de los Faros, otros que fue hasta 1923, con la creciente preocupación para imitar los cigarros al estilo americano (cigarros rubios o "mezcla americana") en las empresas tabacaleras mexicanas.
México otorgó grandes beneficios y productos a las empresas internacionales quienes establecieron en el país enormes distribuidoras de tabaco modificado estilo Marlboro. De este modo, la empresa British American Tobacco establece plantas tabacaleras en D. F., Irapuato y Monterrey. Sin embargo, antes de que llegara esa empresa extranjera al país, se sabe que Emeterio Padilla Silva creó la empresa La Tabacalera Mexicana (CIGATAM), donde se piensa que surgieron estos cigarrillos al igual que Los Monarcas, Polares, Carmencitas, etc.
La fama de estos cigarros se hizo mucho mayor cuando se dice que, antes de morir, a los condenados de muerte se les permitía un último deseo; elegían fumar un último cigarro, siendo los Faros la marca más popular y, por tanto, era mayor la probabilidad de que les dieran uno de estos chupándose un cigarro Faro mientras era fusilado. Trascendió la frase cuando preguntaban por alguna persona y éste le respondía: “ése ya chupó Faros”, haciendo referencia a que había muerto.
Fuente: La Familia Burrón.
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