Ahora, desde la cama de un hospital, publica videos en redes sociales para que otros usen máscaras
«No pensé que las máscaras harían una gran diferencia», dijo Stacey a CNN este martes. «Estaba equivocado.»
Stacey se encuentra hospitalizado en Florida por segunda vez desde que dio positivo el 27 de diciembre de 2020.
El hombre de 50 años le dijo a CNN que, cuando comenzó la pandemia, comparó el virus con una gripe realmente grave. Y que no tomó muchas precauciones para protegerse.
«Admito que estaba equivocado», dijo. «Esto ha sido brutal. Nunca supe que el cuerpo humano pudiera doler tanto», añadió.
La esposa de Stacey también dio positivo por covid-19, pero pudo controlar sus síntomas en casa.
Sin embargo, este lunes Stacey fue trasladado de urgencia al hospital por segunda vez y recibió oxígeno.
Stacey, dueño de una tienda de informática, dijo que su cuerpo estaba tan débil por el virus que en casa se desmayaba cuando se levantaba. También indicó que tenía deshidratación severa y escalofríos en el cuerpo hasta el punto de causar espasmos musculares.
«Ayer fue espantoso», dijo. «El médico me puso oxígeno de alto flujo y si eso no funcionaba tendrían que intubarme. Fue muy aterrador».
Desde su cama de hospital, Stacey publicó videos en sus redes sociales instando a otros a usar máscaras. Aunque no está seguro de dónde contrajo el virus, y probablemente nunca lo sabrá, cree que usar una máscara habría ayudado a evitar contraerlo y contagiarlo a otras personas.
«Mi abuelo dijo ‘vive la vida sin remordimientos'», señaló. «Definitivamente lamento no haber tenido una opinión diferente sobre cómo esto nos afectaría a todos», comentó.
Desde que comenzó la pandemia, Florida ha registrado más de 1,3 millones de casos de coronavirus y 22.188 muertes, según la Universidad Johns Hopkins.
Stacey señaló que comenzó a cambiar su opinión sobre el virus cuando los casos y el número de muertes empezaron a aumentar en Florida a principios del verano. Prestó atención a las advertencias para tomar precauciones cuando salía a hacer recados. Por ejemplo, el distanciamiento social y desinfección de manos. También empezó a trabajar desde casa.
Pero él no creía que las mascarillas hicieran una gran diferencia en la protección, a pesar de las advertencias de los funcionarios de salud. Stacey dice que sufre de claustrofobia y sintió que no podría superar ese miedo de usar una máscara. En cambio, optó por usar una careta de protección.
«Una vez que esto fue real, quise usar una máscara», dijo. «Al principio, no pensé que iba a hacer nada bueno y luego quise usar una. Pero no pude con mi claustrofobia».
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) no recomiendan caretas protectoras como una manera adecuada de protección para frenar la propagación del coronavirus. Una careta se usa principalmente para proteger los ojos de la persona que lo usa, según los CDC.
«Las caretas protectoras tienen grandes espacios debajo y a lo largo de la cara, por donde las gotitas respiratorias pueden escapar y llegar a otras personas a tu alrededor», indica la guía de los CDC sobre las cubiertas faciales adecuadas. «En este momento, no sabemos cuánta protección brinda una careta a las personas que te rodean».
Stacey espera salir pronto del hospital. Pero dice que es posible que todavía tenga que recibir oxígeno, incluso en casa, hasta que se recupere por completo.
Su miedo a usar una máscara ha desaparecido, dijo.
«El miedo al covid-19 es peor que la claustrofobia».
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